La verbena de San Juan es una corta noche llena de luz, color y alegría, y es difícil explicar cómo se ha celebrado en tu local o en tu fiesta si no es a través de una imagen bien cuidada y que transmita las emociones del evento
Sabemos ese cariz especial que tiene la noche de San Juan. Ese algo. Fuego, música, colores, alegría, luz, vivencias, amigxs. Muchas veces inexplicable, como inexplicable puede ser tu celebración, que guardas en el recuerdo de forma vívida e inolvidable, y que suele perder fuerza si te limitas a explicarla con palabras, ¿cierto? Es por eso que somos partidarios de trasladar a tu público lo que captas a través de tu retina, y en eso Tandem Projects es especialista.
Hemos vivido y organizado verbenas de San Juan, y también las hemos grabado y retratado. La última ocasión fue el pasado 2019, cuando realizamos la producción audiovisual para diferentes establecimientos a pie de playa en Barcelona, con cientos y cientos de personas. Desde luego, lo mágico que tiene la verbena, lo tiene de complejo a la hora de trabajar y organizarse, por eso tuvimos que planear a la perfección la cobertura que hicimos.
Tuvimos que lanzar dos equipos, formados por un cámara y una persona de soporte cada uno: una producción de calidad requiere de mucho material, y una sola persona, teniendo que moverse constantemente por la playa, no es un recurso muy ágil, y más en una noche tan concurrida. Aquí entra en juego la seguridad del material audiovisual y también la garantía laboral de nuestra gente: mejor no escatimar.
Rodar de noche siempre es complicado, y es todo un reto grabar escenarios abiertos y de planos amplios en una playa sin luz natural, donde no todo puede estar al alcance de tus focos, que además deben ser portátiles, que puedan acoplarse a cámara. Ese es otro punto importante: un cuerpo con alta sensibilidad en situaciones de poca luz, complementado con objetivos lumínicos, de una apertura de diafragma suficiente. Nosotros optamos por una Sony Alpha SII, una de las mejores máquinas del mercado audiovisual para trabajar en condiciones de poca iluminación.
La organización fue muy importante y la variedad de planos, esencial, por eso tuvimos que estar presentes en distintos momentos de la celebración, también a la salida del sol. Un vídeo como el de San Juan debe tener mucha emotividad, primar las personas, sus estados de ánimos, sus rostros, sonrisas, bailes; debe llevar una música dinámica y alegre, que permita una edición trepidante, que te lleve a la fiesta de aquella noche.
El resultado nos satisfizo mucho tanto a nosotros como a los clientes, y estamos deseando que llegue la próxima ocasión de grabar una noche tan especial.